Partido para aprender. A mover el balón con velocidad. A no perdonar ninguna ocasión. A tener confianza en uno mismo. Esperábamos un poco más de resistencia. Pero a los 5 minutos ya teníamos 3 goles en contra. Lo intentaron, pelearon como jabatos pero poco pudieron hacer. Alguna jugada meritoria que desperdiciamos con esos tiritos que no hacen ningún daño. Más peleones en la segunda parte sacaron el orgullo y hubo algún momento en que hasta dominamos.
Lo mejor: lo mucho que de estos partidos se puede aprender.